Twenty-seventh
Sunday in Ordinary Time
Weekend
of October 5/6
From
today’s second reading, we are made to realize, like Timothy, that Christ’s
call is meant for us all. Good stewards realize they have everything
necessary to live for Christ. “Stir up
the fire that is already burning inside you.” Another way to express this
thought in the vocabulary of stewardship is, “Use your gifts now! Serve the Lord now! Get involved now! God put the fire inside you but you have to
stir up the flame! Let it burn!” Everyone can give witness to Christ’s presence
in the world, and most of us can do more than one thing for the Lord. How exactly do you “stir into flame” God’s
unique gifts you hold within you?
Vigésimo
Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin
de Semana del 5/6 de Octubre
En
la segunda lectura de hoy, nosotros nos damos cuenta, al igual que Timoteo, de
que el llamado de Cristo es propuesto para todos nosotros. Los buenos corresponsables son conscientes de
que ellos tienen todo lo necesario para vivir por Cristo. “Aviva el fuego que recibiste del don de Dios
por la imposición de mis manos.” Otra
manera de expresar este pensamiento en el vocabulario de la corresponsabilidad
es, “¡usa tus dones ahora! ¡Sirve al Señor ahora! ¡Involúcrate ahora! ¡Dios
puso el fuego dentro de ti para que tú avives la flama! ¡Déjala que arda!” Todos podemos dar testimonio de la presencia
de Cristo en el mundo, y la mayoría de nosotros puede hacer más de una cosa por
el Señor. ¿Cómo “aviva la flama” de los dones únicos de Dios que tiene dentro
de usted?
Twenty-eighth
Sunday in Ordinary Time
Weekend of October 12/13
In
today’s gospel, we hear of the ten men afflicted with leprosy, and the one who
glorifies God for being healed. It is a
dramatic scene of gratitude. But in
order for the miracle to happen in the first place, these men had to start
walking in faith before their diseased conditions changed one tiny bit. Good
stewards of their faith realize that they cannot wait until their problems are
over to start walking in faith. They
praise God even in the darkest of nights, and in the worst of circumstances. Do we walk in faith, giving the Lord our
gratitude even when we are in difficult circumstances?
Vigésimo
Octavo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin
de Semana del 12/13 de Octubre
En
el Evangelio de hoy, escuchamos acerca de diez hombres afligidos por la lepra,
y de uno que glorifica al Señor después de haber sido sanado. Esta es una dramática escena de gratitud. Pero para que el milagro suceda en primer
lugar, estos hombres tienen que empezar a caminar en la fe antes de que las
condiciones de su enfermedad cambien un poco. Los buenos corresponsables de su fe son
conscientes de que no pueden esperar hasta que sus problemas se resuelvan para
comenzar a caminar en la fe. Ellos alaban a Dios aún en la más obscura de las
noches, y en la peor de las circunstancias. ¿Caminamos nosotros en la fe,
ofreciendo al Señor nuestra gratitud aun cuando estemos en circunstancias
difíciles?
Twenty-ninth
Sunday in Ordinary Time Weekend of October 19/20
If
we want to know what Jesus’ parable is about in today’s gospel, it seems that
we don’t need to work too hard because Saint Luke tells us right at the
beginning: “Jesus told his disciples a parable about their need to pray always
and not to lose heart.” This parable has often been used to bring comfort to us
about our prayer life. But could there
be a more challenging message for those who take stewardship seriously? Widows were the poorest and most vulnerable of
people in Jesus’ time. Oppressive legal
and economic structures were the norm. Could
it be that we are also encouraged to pray persistently for the poor, the weak
and the vulnerable as we hear their cry for justice? And that we must not lose heart that we can
effect change in their lives?
Vigésimo
Noveno Domingo del Tiempo Ordinario
Fin
de Semana del 19/20 de Octubre
Si
nosotros queremos saber de qué trata la parábola de Jesús en el Evangelio de
hoy, parece que no necesitaremos esforzarnos mucho para pensar, ya que San
Lucas nos dice justo al inicio: “Jesús dijo a sus discípulos una parábola
acerca de su necesidad de orar siempre y no desalentarse.” Esta parábola ha sido utilizada para
confortarnos acerca de nuestra vida de oración. ¿Pero podría haber un mensaje
más desafiante para aquellos que toman seriamente la corresponsabilidad? Las viudas eran las más pobres y vulnerables
de la gente en el tiempo de Jesús. Las
estructuras legales y opresivas eran la norma. ¿Podría ser que nosotros somos
también alentados a orar persistentemente por el pobre, el marginado y el
vulnerable al escuchar su grito por justicia? ¿Y que no debemos desalentarnos para que
podamos efectuar cambios en sus vidas?
Thirtieth
Sunday in Ordinary Time Weekend of October 26/27
There
is an interesting twist we find in today’s gospel when we hear Jesus’ parable
of the Pharisee and the tax collector praying in the temple. The Pharisee is “praying to himself.” It doesn’t mean he was praying silently. It seems to mean something a lot more
troubling, that he is praying to himself; that God is not his prayer’s intended
audience. The words of the Pharisee are
very much centered on himself: he makes claims about his character. He highlights his own admirable activities. Good stewards of their prayer lives know that
a prayer of praise and thanksgiving should focus on the goodness of God. Do our prayers of thanksgiving always stay
focused on God’s unfathomable, immeasurable goodness and generosity?
Trigésimo
Domingo del Tiempo Ordinario
Fin
de Semana del 26/27 de Octubre
Hay
un giro interesante que encontramos en el Evangelio de hoy cuando escuchamos la
parábola de Jesús del fariseo y el recaudador de impuestos orando en el templo.
El fariseo está “orando para sí mismo.” Esto
no significa que estaba orando silenciosamente. Parece significar algo mucho
más preocupante, que él oraba para sí mismo; que Dios no era la audiencia a
quien él dirigía su oración. Las
palabras del fariseo están mucho más centradas en sí mismo: el hace
exclamaciones acerca de su carácter. Él
destaca sus propias actividades admirables. Los Buenos corresponsables de su
vida de oración saben que la oración de alabanza y agradecimiento debe estar
enfocada en la bondad de Dios. ¿Nuestras oraciones de agradecimiento, están
siempre centradas en la insondable e inmensa bondad y la generosidad de Dios?
International Catholic Stewardship Council e-bulletin, October 2013