July 4 – 14th Sunday in Ordinary Time
“The seventy-two returned, rejoicing, and said,
‘Lord, even demons are subject to us because of your
name.’” Luke 10:1-12, 17-20
The seventy-two disciples that Jesus sent in thirty-six
directions were amazed at their success. Did they really
have faith in Jesus as they left on their mission? We can
almost hear them grumbling, “He is sending us like
lambs among wolves with no money, no provisions, no
sandals, and we cannot even greet people on the way.
Does he expect us to work miracles?” But off they went.
And they performed miracles. Despite their doubts, they
had faith in Jesus and they were able to do great things
because of their faith. When we feel called to step out in
faith to imitate Jesus in our world, do we have doubts?
Do we fail to act because of our doubts? Or do we act,
despite our doubts, amazed at what we can accomplish
when we have faith in Jesus? As a result of our Baptism,
it is our responsibility to nurture our faith in Jesus so we
can constantly be amazed at what we can accomplish in
His name.
July 11 – 15th Sunday of Ordinary Time
“Which one of these three, in your opinion, was neighbor to
the robbers’ victim?”
He answered, “The one who treated him with mercy.”
Luke 10:25-37
“Rabbi, why do Jews always answer a question with a
question?” The rabbi responded, “And why shouldn’t
we?” Jesus is a Jew. When the scholar of the (Jewish)
law asked him, “Teacher, what must I do to inherit
eternal life?” Jesus answered with a question, “What is
written in the law?” The scholar quotes Deuteronomy 6:5
You shall love the Lord your God with your whole heart,
being, strength and mind and Leviticus 19:19 ...and your
neighbor as yourself. The scholar knew the law. It had
been handed down by Moses. But the scholar (a lawyer)
looks for a loophole: “Who is my neighbor?” Jesus
answers this question with the story of the Good
Samaritan, then ask, “Which one, in your opinion, was
neighbor to the robber’s victim?” The scholar answers,
“The one who treated him with mercy.” The scholar had
no other choice. If we are true believers in Jesus, neither
do we. Jesus challenges us to want for our neighbor what
we want ourselves. And everyone is our neighbor, no
matter how unlovable they may be.
July 18 – 16th Sunday in Ordinary Time
“Martha, Martha, you are anxious and worried about many
things.” Luke 10:38-42
Martha is doing what was expected of a good Jewish
woman of her day – preparing food for her family and
guest. Her sister Mary, also a good Jewish woman, plops
herself down at the feet of Jesus and absorbs every word
He says. Martha finally confronts Jesus, “Lord, make her
help me!” Jesus knows that Martha is not doing anything
wrong. She is doing what she believes is expected of her.
And she is doing it very well. Jesus suggest she should
not be so concerned about what others expect of her, but
should spend time to discern what God expects of her.
What God expects of us can be quite different than what
the world expects of us. We discern God’s will for us in
prayer – prayer that is not about what we say to God, but
about what we are willing to hear from God.
July 25 – 17th Sunday in Ordinary Time
“Lord, teach us to pray!” Luke 11:1-14
Abraham bargains to save Sodom. He starts out with
fifty innocent people. God agrees. Obviously lacking
confidence he will find fifty, he bargains God down to
ten. He could not even find ten, so Sodom is destroyed.
The Old Testament covenants were bargains with God.
God always kept his part. The patriarchs and Israelites
were not so faithful. The disciples saw Jesus as a person
who was faithful to the Covenant and a man of prayer.
They asked Him, “Lord, teach us to pray.” He teaches
them the Our Father. Then He tells the stories of the
persistent woman and fathers who give their children
bread and eggs, not snakes and scorpions. Are we
confident when we pray to God, Our Father in heaven,
that His Kingdom, not ours, will come; that His will, not
ours, be done; for our daily bread not tomorrow’s or next
year’s; and to forgive our sins as we forgive others? Are
we good stewards who are persistent in prayer to learn
God’s will? If at first you don’t succeed, skydiving may
not be your thing. Try prayer instead. And keep trying!
Julio 4 – 14º Domingo del Tiempo Ordinario
“Volvieron los setenta con gozo, diciendo, “Señor aún los
demonios se sujetan a nosotros en Tu nombre.”
Lucas 10:1-12, 17-20
Los setenta y dos discípulos que Jesús envió en treinta y
seis direcciones estaban sorprendidos de su éxito. ¿Tenían
verdaderamente fe en Jesús cuando salieron a su misión?
Casi podemos escucharles refunfuñando, “Él nos envía
como ovejas entre lobos, sin dinero, sin provisiones, sin
sandalias, y no podemos siquiera saludar a la gente en el
camino. ¿Acaso Él espera que hagamos milagros?” Pero
ellos salieron, e hicieron milagros. A pesar de sus dudas,
tuvieron fe en Jesús y obraron grandes cosas por su fe.
Cuando nos sentimos llamados a intensificar la fe para
imitar a Jesús en nuestro mundo, ¿tenemos dudas? O
¿actuamos a pesar de ellas, sorprendidos de lo que podemos
lograr cuando tenemos fe en Jesús? Como resultado de
nuestro Bautismo, es nuestra responsabilidad nutrir nuestra
fe en Jesús, para que así podamos sorprendernos
constantemente de lo que podemos lograr en Su nombre.
Julio 11 – 15º Domingo del Tiempo Ordinario
“¿Quién pues de estos tres, te parece que fue el prójimo del
que cayó en manos de los ladrones?
Él contestó: el que usó de misericordia con él.”
Lucas 10:25-37
“Maestro, ¿por qué los judíos siempre responden una
pregunta con otra pregunta?” El maestro respondió ¿y
por qué no deberíamos? Jesús es Judío. Cuando el erudito
de la ley (Judía) le preguntó, “Maestro, ¿qué debo hacer
para heredar la vida eterna?” Jesús respondió con una
pregunta, “¿Qué está escrito en la ley?” El erudito citó
Deuteronomio 6:5 Amarás al Señor tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma y con todas tus fuerzas y
Levítico 19:19…y a tu prójimo como a ti mismo. El
erudito conocía la ley. Había sido legada por Moisés.
Pero siendo (estudioso de la ley) buscaba una
ambigüedad: “¿Quién es mi prójimo?” Jesús respondió
esta pregunta con la historia del Buen Samaritano,
entonces preguntó, “¿Quien pues, te parece que fue el
prójimo del que cayó en manos de los ladrones?” El
erudito respondió “Aquel que mostró misericordia con
él.” El erudito no tuvo otra opción. Si somos auténticos
creyentes en Jesús tampoco nosotros la tenemos. Jesús
nos desafía a querer para nuestro prójimo lo que
queremos para nosotros mismos. Y todos son nuestros
prójimos, a pesar de lo detestable que algunos pudieran
parecer.
Julio 18 – 16º Domingo del Tiempo Ordinario
“Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas
cosas.” Lucas 10:38-42
Marta hacía lo que se esperaba de una Buena mujer
Judía de sus días – preparar los alimentos para su familia
e invitado. Su hermana María, una Buena mujer Judía
también, se sienta a los pies de Jesús y cautiva cada
palabra que Él dice. Finalmente. Marta confronta a Jesús,
“Señor, dile que me ayude.” Jesús sabe que Marta no
hace algo equivocado. Ella hace lo que cree que se espera
de ella; y lo hace muy bien. Jesús le sugiere que no debe
preocuparse tanto por lo que los demás esperan de ella,
pero debe procurar un tiempo para discernir lo que Dios
espera de ella. Lo que Dios espera de nosotros puede ser
relativamente diferente de lo que el mundo espera de
nosotros. Discernimos la voluntad de Dios para nosotros
en oración – no la oración que decimos a Dios, sino en la
que estamos dispuestos a escuchar de Dios.
Julio 25 – 17º Domingo del Tiempo Ordinario
“¡Señor, enséñanos a orar!” Lucas 11:1-14
Abraham negocia salvar a Sodoma. Él inicia con
cincuenta personas inocentes. Dios está de acuerdo.
Obviamente desconfía de encontrar cincuenta, y negocia
con Dios bajar el número a diez, de no encontrarlos
Sodoma sería destruida. Los convenios del Antiguo
Testamento fueron regateos con Dios. Dios siempre
cumplió su parte. Los patriarcas e israelitas no siempre
fueron fieles. Los discípulos vieron a Jesús como una
persona que fue fiel al Convenio y un hombre de oración.
Ellos le pidieron, “Señor, enséñanos a orar.” Él les
enseña el Padre Nuestro. Entonces les narra las historias,
de la determinada mujer y de los padres que dan a sus
hijos pan y huevos, no serpientes y escorpiones.
Nosotros, confiamos cuando oramos a Dios, nuestro
Padre en el cielo, que Su Reino, no el nuestro, ¿vendrá?;
que Su voluntad, no la nuestra, ¿se hará?; por nuestro
pan de cada día, no el de mañana o del año próximo; y
por el perdón de nuestros pecados ¿como nosotros
perdonamos los de otros? ¿Somos buenos
corresponsables que persistimos en la oración para
aprender la voluntad de Dios? Si al inicio no lo logra,
puede ser que el paracaidismo no sea su habilidad. En
cambio, trate de orar. ¡Y continúe tratando!
Source: ICSC Newsletter -by Dn. Jerry Martinez, J.D., M.Th.
Archdiocese of New Orleans
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment