Thirty-first Sunday in
Ordinary Time
Weekend of November 2/3,
2013The Gospel story of Jesus’ encounter with Zacchaeus makes for an ideal stewardship reflection. So does today’s first reading from the Book of Wisdom. Good stewards have faith in, and give thanks for, an almighty and powerful God who transcends the universe, but who gives personal attention to every human being. God loves his creation, his people. He lives in them, and through his Holy Spirit, instills a fundamental goodness in them. Good stewards recognize this movement of the Spirit as a gift, and make efforts to cultivate this gift and grow in their faith. Take time this week to stop and look around you, be aware of God’s awe-inspiring creation, and give thanks for God’s loving care and concern for each of us.
Trigésimo Primer
Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 2/3 de Noviembre de 2013
La narración del
Evangelio del encuentro de Jesús con Zaqueo hace una reflexión ideal de
corresponsabilidad. Así como también la primera lectura de hoy del Libro de la
Sabiduría. Los buenos corresponsables tienen fe, y dan gracias por un Dios
todopoderoso y fuerte que transciende el universo, pero que da atención
personal a cada ser humano. Dios ama su
creación, su gente. Él vive en ellos, y a través de su Espíritu Santo, inspira
una bondad fundamental en ellos. Los buenos corresponsables reconocen este
movimiento del Espíritu como un don, y hacen esfuerzos para cultivarlo y crecer
en su fe. Esta semana tome un tiempo para detenerse y ver a su alrededor, para
estar consciente de la impresionante creación de Dios, y dar gracias por el
cuidado amoroso y la preocupación de Dios por cada uno de nosotros.
Thirty-second Sunday in
Ordinary Time
Weekend of November 9/10,
2013 In today’s second reading we hear Saint Paul urging the members of the community at Thessalonica to direct their hearts to God’s love through Christ. He wants them to be laser-focused on Christ, and nothing else. He desires that they be strengthened by the Lord and shielded from what is not Christ-like.
Good stewards cultivate a “laser-sharp” focus on Christ; not on things that could give them false or superficial images or ideals. Let’s think about our own daily focus: Do we direct out hearts toward Christ or are there other “gods” that claim our attention? Our career? Material possessions? Sexuality? Favorite sports team? Political leanings? Does our daily life point to Christ so that those who are younger and less mature in their faith learn from our example?
Trigésimo
Segundo Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 9/10 de Noviembre de
2013
En la segunda
lectura de hoy nosotros escuchamos a San Pablo motivar a los miembros de la
comunidad en Tesalónica a dirigir sus corazones al amor de Dios a través de
Cristo. Él quiere que estén completamente enfocados en Cristo, y en nada más.
Él desea que ellos sean fortalecidos por el Señor y protegidos de lo que no sea
como Cristo. Los buenos corresponsables cultivan un “agudo rayo láser” enfocado en Cristo; no en las cosas que podrían darles imágenes o ideales falsos o superficiales. Pensemos acerca de nuestro propio enfoque cotidiano: ¿dirigimos nuestros corazones hacia Cristo o hay ahí otros “dioses” que reclaman nuestra atención? Como: ¿nuestra carrera profesional? ¿Las posesiones materiales? ¿La sexualidad? ¿Nuestro equipo deportivo favorito? ¿Nuestras inclinaciones políticas? ¿Nuestra vida cotidiana señala a Cristo para que aquellos que son más jóvenes y menos maduros en su fe aprendan de nuestro ejemplo?
Thirty-third Sunday in
Ordinary Time
Weekend of November 16/17,
2013 In today’s Gospel Jesus suggests that his disciples must be prepared to suffer ridicule, persecution and perhaps even death if they are to follow him. Sometimes we may wonder if enduring ridicule and scorn are what we really signed up for when we received the sacraments of initiation. Would we not rather sneak through life as painlessly as possible? Good stewards take their faith seriously and find comfort in the closing words of today’s Gospel: “You will be hated by all because of my name but not a hair on your head will be destroyed. By your perseverance you will secure your lives.” Let us make it part of our daily prayer routine to ask the Holy Spirit for the courage to act in Jesus’ name no matter the consequences.
Trigésimo Tercer
Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana
del 16/17 de Noviembre de 2013 En el Evangelio de hoy Jesús sugiere que sus discípulos deben estar preparados para sufrir el ridículo, la persecución y tal vez hasta la muerte si ellos van a seguirle. Tal vez nosotros nos preguntemos algunas veces si soportar el ridículo y el desprecio son cosas que nosotros aceptamos cuando recibimos los sacramentos de iniciación. ¿No podríamos mejor caminar furtivamente en la vida con el menor dolor posible? Los buenos corresponsables toman seriamente su fe y encuentran consuelo en las palabras finales del Evangelio de hoy: “Ustedes serán odiados por todos a causa de mi nombre, pero aquel que persevere hasta el final, se salvará. En cuanto a ustedes hasta sus cabellos están todos contados.” Hagamos parte de nuestra rutina cotidiana de oración el pedir al Espíritu Santo el valor de actuar en el nombre de Jesús sin importar las consecuencias.
Our Lord Jesus Christ King of the Universe
Weekend of November 23/24, 2013
In today’s Gospel we hear of the rulers who sneered at Jesus, the soldiers who jeered at him, the criminal who reviled him, and the people who just stood by. At our own parish church the cross stands high. Yet, every Sunday there are those who sit in front of it and are not moved by it. There are people who walk right by the cross, unmoved by it. Perhaps they’ve walked by it so many times they no longer give it a second thought. Could it be they are unmoved because the heart of the unbelieving thief is in them? Good stewards walk by the cross, notice it and ask themselves: “All this you did for me, what have I done for you?”
Nuestro
Señor Jesús Cristo Rey del Universo
Fin
de Semana del 23/24 de Noviembre de 2013 En el Evangelio de hoy nosotros escuchamos acerca de los jefes que despreciaban a Jesús, los soldados que se burlaban de él, el malhechor que lo insultaba, y la gente que estaba allí sólo observando. La cruz en nuestra parroquia se encuentra elevada. A pesar de ello, cada domingo hay quienes se paran frente a ella y no son conmovidos por ella. Hay gente que camina justo frente a la cruz, con actitud indiferente hacia ella. Tal vez han caminado tantas veces frente a ella que ya no lo le dan importancia. ¿Podría ser que son indiferentes porque el corazón de este ladrón incrédulo está en ellos/as? Los buenos corresponsables caminan frente a la cruz, le prestan atención y se preguntan a sí mismos: “Haz hecho todo esto por mí, ¿qué he hecho yo por ti Señor?”�
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