March 7 – 3rd Sunday of Lent
God heard the cry of His people in Egypt and
responded generously by bringing them out of
captivity. But in the desert the Israelites began
complaining to Moses. They were not grateful
for the gift of their freedom – a grateful heart
silences a complaining voice! We good stewards
pray that we will always be grateful for the gifts
and opportunities that we are given. When we
are at times not grateful, when we are overcome
with an unhealthy lust for material things, power,
or prestige, we are called to repent, and we are
grateful for the Lord’s mercy.
March 14th – 4th Sunday of Lent
The Christian disciple is a steward who is
prayerful, persistent, patient, and strives to
joyfully and generously live out the personal
vocation to which God calls him or her. These
characteristics are most valuable in our own
prodigal stories. At times we may stumble and
wander away from God. When we do, we find
hope in today’s Gospel. Through our patience,
perseverance, and above all prayer, we can return
to the Father, trusting in His forgiveness.
March 21st – 5th Sunday of Lent
How will you be remembered? As one who
adhered to a strict observance of the law? Or, as
one who was not too quick to judge, and lovingly
gave others a second chance? Throughout our
lives, we will experience many relationships, and
they are all gifts from God. How will you be a
good steward of those relationships? In Jesus’
encounter with the woman caught in adultery, we
are given an example of how we are to care for
the people we encounter in our lives.
March 28th – Passion Sunday
It is always difficult to hear the Passion
narrative. Yet we see in Jesus’ passion
something that is at the heart of discipleship and
stewardship – trust. Jesus’ anxiety in the garden
turns into trust, “yet, not my will but yours be
done.” Good stewards set aside pride and fear
and trust in God’s plan for their lives. Pray for
wisdom, so that you may know how God wants
you to use and share the gift of your life. There is
an intense joy and peace of mind that can only be
found in doing the will of God.
Source: Dan Potvin, Archdiocese of Winnipeg
Marzo 7 – 3dr Domingo de Cuaresma
Dios escuchó el llanto de Su pueblo en Egipto y
respondió generosamente liberándolo de la
cautividad. Sin embargo, en el desierto, los israelitas
empezaron a quejarse con Moisés. No estaban
agradecidos por el don de su libertad – ¡un corazón
agradecido silencia la voz quejosa! Como buenos
corresponsables, nosotros oramos para que seamos
siempre agradecidos por las oportunidades y dones
que nos fueron dados. Cuando a veces no somos
agradecidos, cuando prevalece el deseo insano por
cosas materiales, poder o prestigio, nosotros somos
llamados al arrepentimiento y agradecemos a dios por
su misericordia.
Marzo 14 – 4o Domingo de Cuaresma
El discípulo Cristiano es un corresponsable
devoto, persistente, paciente, y que se esfuerza en
vivir con alegría y generosidad la vocación personal
para la cual Dios le ha llamado. Estas características
son más valiosas en nuestras historias pródigas. A
veces tropezamos y nos alejamos de Dios. Cuando
esto sucede, nosotros encontramos esperanza en el
Evangelio de hoy. A través de nuestra paciencia,
perseverancia, y sobre todo la oración, podemos
regresar al Padre, confiando en su perdón.
Marzo 21 – 5o Domingo de Cuaresma
¿Cómo será usted recordado? ¿Como alguien
adherido estrictamente al cumplimiento de la ley? O,
¿como alguien con lentitud para juzgar y para dar
amorosamente a otros una segunda oportunidad? A
través de nuestras vidas, experimentaremos muchas
relaciones, y todas son dones de Dios. ¿Cómo será
usted buen corresponsable de esas relaciones? En el
encuentro de Jesús con la mujer adúltera tenemos el
ejemplo de cómo cuidar de las personas que
encontramos en nuestras vidas.
Marzo 28 – Domingo de la Pasión de Jesús
Siempre es difícil escuchar la narración de la
Pasión. Sin embargo vemos en la Pasión de Jesús
algo que está en el corazón del discipulado y de la
corresponsabilidad, –confianza. La ansiedad de Jesús
en el huerto se torna en confianza, “no se haga mi
voluntad, sino la Tuya.” Los buenos corresponsables
hacen a un lado orgullo y temor y confían en el plan
de Dios para sus vidas. Ore por sabiduría, para que
pueda saber cómo quiere Dios que use y comparta el
don de su vida. Hay un intenso gozo y tranquilidad
que sólo pueden encontrarse al hacer la voluntad de
Dios.
Source: Dan Potvin, Arquidiócesis de Winnipeg
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment