Monday, December 2, 2013

Stewardship in the Sunday Readings, December 2013

First Sunday of Advent
Weekend of November 30/ December 1, 2013
On this first Sunday of Advent Jesus urges his disciples to stay awake and prepare themselves for the Lord’s coming. Good stewards prepare themselves and await Christ’s judgment in joyous expectation. This attitude requires genuine spiritual maturity, of course; the kind that is cultivated by prayer, participation in the sacraments, loving attention to family and one’s communion of faith, and love for one’s neighbor. Are we prepared for the Lord’s second coming? Are we ready to receive Christ? Are we ready to look joyously for Christ’s judgment?

Primer Domingo de Adviento
Fin de Semana de Noviembre 30/ Diciembre 1 de 2013
En este primer domingo de Adviento Jesús impulsa a sus discípulos a permanecer despiertos y a prepararse para la venida del Señor. Los buenos corresponsables se preparan y esperan el juicio de Cristo en gozosa esperanza. Esta actitud, requiere de una auténtica madurez espiritual, y por supuesto; de la bondad que es cultivada a través de la oración, de la participación en los sacramentos, la amorosa atención a la familia, la comunión en la fe, y el amor por el prójimo. ¿Estamos nosotros preparados para la segunda venida del Señor? ¿Estamos listos para recibir a Cristo? ¿Estamos listos para buscar gozosamente el juicio de Cristo?
 
Second Sunday of Advent
Weekend of December 7/8, 2013
In today’s Gospel reading John the Baptist warns his listeners: “Repent for the Kingdom of Heaven is at hand!” The Church’s yearly Advent herald is a call to repentance. The season of Advent urges us to be open to a conversion of heart. Christian stewards heed this call daily, and take the need for conversion in their lives seriously. As a family of faith, do we hear this call to conversion amidst the massive holiday spending? The increase in credit card debt?  The urge to buy things that are not necessary?  The incivility on the roadways during the holidays? Are there patterns in our own lives that need to be converted?
 
Segundo Domingo de Adviento
Fin de Semana de Diciembre 7/8 de 2013
En la lectura del Evangelio de hoy Juan el Bautista alerta a quienes le escuchan: “Arrepiéntanse porque el Reino de los Cielos está cerca.” El anuncio del Adviento que hace la Iglesia anualmente es un llamado al arrepentimiento. El tiempo del Adviento nos impulsa a estar abiertos a la conversión de corazón. Los cristianos corresponsables prestan atención a este llamado diariamente, y toman seriamente la necesidad de conversión en sus vidas. Como familia de fe, ¿dedicamos nosotros tiempo para escuchar este llamado a la conversión entre tantas compras de los días festivos, el incremento de la deuda en la tarjeta de crédito, el impulso de comprar cosas que no son necesarias, y la descortesía en las calles durante las vacaciones de esta temporada? ¿Son todos estos, patrones en nuestras vidas que necesitan ser convertidos?
 
Third Sunday of Advent
Weekend of December 14/15, 2013
From the loneliness of his prison cell John the Baptist asks of Jesus: “Are you the one who is to come, or should we look for another?” The weeks before Christmas offer much to be joy­ous about, celebrating with family and friends, the glitter of seasonal decorations, the excitement of gift giving and receiv­ing. But in our midst there are the lonely and neglected, the poor, the hospitalized, the wayward, the shut-ins. There are those seemingly without hope. To whom should they look? Discipleship in the Lord includes being good stewards of others. Are there those in our family, our neighborhood, our community to whom we can reach out to show them a sign of Christ’s presence in their midst?
 
Tercer Domingo de Adviento
Fin de Semana de Diciembre 14/15 de 2013
Desde la soledad de la celda de su prisión Juan el Bautista preguntó a Jesús: “¿Eres Tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?” Las semanas anteriores a la Navidad nos ofrecen mucho para estar gozosos, las celebraciones con familiares y amigos, el esplendor de las decoraciones de la época, la emoción de dar y recibir regalos. Sin embargo, en medio de nosotros hay quienes están solos y olvidados, el pobre, el hospitalizado, el rebelde, el recluido. Hay quienes parecen no tener esperanza. ¿A quién deben ellos buscar? El discipulado en el Señor incluye ser Buenos corresponsables de otros. ¿Hay en nuestra familia, nuestro vecindario, o nuestra comunidad, personas a quienes podamos acercarnos esta época para mostrarles un signo de la presencia de Cristo en medio de ellos?
 
Fourth Sunday of Advent
Weekend of December 21/22, 2013
In today’s Gospel we hear of the coming of Emmanuel, which means “God is with us.” We celebrate three Advents: the birth of Christ, his Second Coming, and his presence in the world today. Our daily lives are attended by God’s presence. Indeed, “God is with us.” The Good News of Christ’s Incarnation is that we are the sign, “sacrament,” of Christ’s presence in the world. People are supposed to see us, see how we love one another, see how we treat the stranger among us, give comfort to the poor and afflicted, share the Good News with joy. They see how good stewards are the light of Christ. And there can be no possible response except to say: “God is here!”
 

Cuarto Domingo de Adviento
Fin de Semana de Diciembre 21/22 de 2013
En el Evangelio de hoy nosotros escuchamos acerca de la venida de Emmanuel, que significa “Dios con nosotros.” Nosotros celebramos tres Advientos: el nacimiento de Cristo, su Segunda Venida, y su presencia en el mundo hoy. Nuestra vida diaria es asistida por la presencia de Dios. Ciertamente, “Dios está con nosotros.” Las Buenas Nuevas de la Encarnación de Cristo son: que nosotros somos el signo, el “sacramento” de la presencia de Cristo en el mundo. Se supone que la gente nos vea, que vea como nos amamos el uno al otro, que vea cómo tratamos al extraño entre nosotros, cómo damos consuelo al pobre y al afligido, cómo compartimos las Buenas Nuevas con alegría. Que la gente vea cómo los buenos corresponsables son la luz de Cristo. Y que no haya otra respuesta posible excepto decir: “¡Dios está aquí!”

Solemnity of the Nativity of the Lord (Christmas)
December 25, 2013
Amidst the beautiful Christmas readings at today’s Masses is a reading from a small New Testament letter from Saint Paul to his protégé, Titus, read at Midnight Mass. Saint Paul reminds Titus that God has given us a gift in the person of Jesus Christ. This gift represents God’s active presence in our lives and in our world. This gift redeems us from evil and death. This gift purifies us as God’s people. This is a gift that also comes with an expectation: that we receive it with thanksgiving, allow it to transform us into Christ’s image; and from it, learn how to live a life “eager to do what is good.” Take time the next few days to reflect on the marvelous gift we celebrate at Christmas, and how we might become better stewards of this gift.


Solemnidad de la Natividad del Señor (Navidad)
Diciembre 25 de 2013
Entre las hermosas lecturas de la Navidad en las Misas de hoy, está una lectura del Nuevo Testamento de una breve carta de San Pablo a su protegido, Tito, se lee en la Misa de Media Noche. San Pablo le recuerda a Tito que Dios nos ha dado un don en la persona de Jesucristo. Este don representa la presencia activa de Dios en nuestras vidas y en nuestro mundo. Este don nos redime del mal y de la muerte. Este don nos purifica como pueblo de Dios. Este es un don que viene también con una esperanza: de que nosotros le recibamos con agradecimiento, de que le permitamos transformarnos en la imagen de Cristo; y desde ahí, aprender cómo vivir una vida “anhelantes por hacer lo que es bueno.” Tomemos tiempo los próximos días para reflexionar sobre el don maravilloso que celebramos en la Navidad, y sobre cómo podemos ser mejores corresponsables de este don.
 
Weekend of December 28/29, 2013
In today’s second reading we listen to one of the most compelling exhortations for Christian living: “Whatever you do, whether in word or deed, do it all in the name of the Lord Jesus, giving thanks to God the Father through him” (Col 3:17). “Whatever you do”---that means the whole of life is to be related to Christ Jesus. Everything in life, every activity, can become an act of glorifying the Lord. Good stewards commit even their daily routine to Christ: doing everything “in the name of the Lord.” Perhaps it would be a good idea this week to memorize this marvelous verse and repeat it to yourself frequently. Make it part of your morning prayer each day.
 
Fin de Semana de Diciembre 28/29 de 2013
En la segunda lectura de hoy nosotros escuchamos una de las exhortaciones más convincentes de la vida Cristiana: “Y todo lo que hacéis de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre. (Colosenses 3:17). “Todo lo que hagan” –esto significa que la vida entera está relacionada a Cristo Jesús. Todo en la vida, cada actividad, puede ser un acto de glorificación al Señor. Los buenos corresponsables, comprometen aún su rutina diaria a Cristo: haciendo todo “en el nombre del Señor.” Quizás es una buena idea que esta semana memorice este maravilloso verso y lo repita para usted misma/o frecuentemente. Hágalo parte, cada día, de su oración de la mañana.
 
As published in the ICSC newsletter, December 2013
 

Monday, November 25, 2013

A STEWARDSHIP PRAYER for Thanksgiving

Gracious and loving God,
As the autumn season continues its transformation,
and the days become shorter,
the earth cooler;
as we join family and friends
in joy and celebration
on Thanksgiving Day,
we pause to give You thanks and praise
for the abundant blessings
You have bestowed upon us:
For life and health,
safety and comfort,
food and nourishment.
Through your Spirit, open our hearts
so that we may be even better stewards
of Your many blessings.
Show us how to be a blessing
for the poor, sick, lonely and all who suffer.
And help us nurture the gift of faith,
revealed to us by your Son, Jesus Christ,
our greatest gift,
who reigns with You and the Holy Spirit, one God forever and ever.
Amen

Wednesday, November 6, 2013

Stewardship in the Sunday Readings, November 2013


Thirty-first Sunday in Ordinary Time
Weekend of November 2/3, 2013
The Gospel story of Jesus’ encounter with Zacchaeus makes for an ideal stewardship reflection.  So does today’s first reading from the Book of Wisdom. Good stewards have faith in, and give thanks for, an almighty and powerful God who transcends the universe, but who gives personal attention to every human being.  God loves his creation, his people.  He lives in them, and through his Holy Spirit, instills a fundamental goodness in them. Good stewards recognize this movement of the Spirit as a gift, and make efforts to cultivate this gift and grow in their faith. Take time this week to stop and look around you, be aware of God’s awe-inspiring creation, and give thanks for God’s loving care and concern for each of us.

Trigésimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 2/3 de Noviembre de 2013
La narración del Evangelio del encuentro de Jesús con Zaqueo hace una reflexión ideal de corresponsabilidad. Así como también la primera lectura de hoy del Libro de la Sabiduría. Los buenos corresponsables tienen fe, y dan gracias por un Dios todopoderoso y fuerte que transciende el universo, pero que da atención personal a cada ser humano.  Dios ama su creación, su gente. Él vive en ellos, y a través de su Espíritu Santo, inspira una bondad fundamental en ellos. Los buenos corresponsables reconocen este movimiento del Espíritu como un don, y hacen esfuerzos para cultivarlo y crecer en su fe. Esta semana tome un tiempo para detenerse y ver a su alrededor, para estar consciente de la impresionante creación de Dios, y dar gracias por el cuidado amoroso y la preocupación de Dios por cada uno de nosotros.

Thirty-second Sunday in Ordinary Time
Weekend of November 9/10, 2013
In today’s second reading we hear Saint Paul urging the members of the community at Thessalonica to direct their hearts to God’s love through Christ.  He wants them to be laser-focused on Christ, and nothing else. He desires that they be strengthened by the Lord and shielded from what is not Christ-like.
Good stewards cultivate a “laser-sharp” focus on Christ; not on things that could give them false or superficial im­ages or ideals. Let’s think about our own daily focus: Do we direct out hearts toward Christ or are there other “gods” that claim our attention? Our career?  Material possessions?  Sexuality?  Favorite sports team?  Political leanings? Does our daily life point to Christ so that those who are younger and less mature in their faith learn from our example?

Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 9/10 de Noviembre de 2013
En la segunda lectura de hoy nosotros escuchamos a San Pablo motivar a los miembros de la comunidad en Tesalónica a dirigir sus corazones al amor de Dios a través de Cristo. Él quiere que estén completamente enfocados en Cristo, y en nada más. Él desea que ellos sean fortalecidos por el Señor y protegidos de lo que no sea como Cristo.
Los buenos corresponsables cultivan un “agudo rayo láser” enfocado en Cristo; no en las cosas que podrían darles imágenes o ideales falsos o superficiales. Pensemos acerca de nuestro propio enfoque cotidiano: ¿dirigimos nuestros corazones hacia Cristo o hay ahí otros “dioses” que reclaman nuestra atención? Como: ¿nuestra carrera profesional? ¿Las posesiones materiales? ¿La sexualidad? ¿Nuestro equipo deportivo favorito? ¿Nuestras inclinaciones políticas? ¿Nuestra vida cotidiana señala a Cristo para que aquellos que son más jóvenes y menos maduros en su fe aprendan de nuestro ejemplo?

Thirty-third Sunday in Ordinary Time
Weekend of November 16/17, 2013
In today’s Gospel Jesus suggests that his disciples must be prepared to suffer ridicule, persecution and perhaps even death if they are to follow him. Sometimes we may wonder if enduring ridicule and scorn are what we really signed up for when we received the sacraments of initiation. Would we not rather sneak through life as painlessly as possible? Good stewards take their faith seriously and find comfort in the closing words of today’s Gospel: “You will be hated by all because of my name but not a hair on your head will be destroyed. By your perseverance you will secure your lives.” Let us make it part of our daily prayer routine to ask the Holy Spirit for the courage to act in Jesus’ name no matter the consequences.

Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 16/17 de Noviembre de 2013
En el Evangelio de hoy Jesús sugiere que sus discípulos deben estar preparados para sufrir el ridículo, la persecución y tal vez hasta la muerte si ellos van a seguirle. Tal vez nosotros nos preguntemos algunas veces si soportar el ridículo y el desprecio son cosas que nosotros aceptamos cuando recibimos los sacramentos de iniciación. ¿No podríamos mejor caminar furtivamente en la vida con el menor dolor posible? Los buenos corresponsables toman seriamente su fe y encuentran consuelo en las palabras finales del Evangelio de hoy: “Ustedes serán odiados por todos a causa de mi nombre, pero aquel que persevere hasta el final, se salvará. En cuanto a ustedes hasta sus cabellos están todos contados.” Hagamos parte de nuestra rutina cotidiana de oración el pedir al Espíritu Santo el valor de actuar en el nombre de Jesús sin importar las consecuencias.

Our Lord Jesus Christ King of the Universe
Weekend of November 23/24, 2013
In today’s Gospel we hear of the rulers who sneered at Jesus, the soldiers who jeered at him, the criminal who reviled him, and the people who just stood by. At our own parish church the cross stands high. Yet, every Sunday there are those who sit in front of it and are not moved by it. There are people who walk right by the cross, unmoved by it. Perhaps they’ve walked by it so many times they no longer give it a second thought. Could it be they are unmoved because the heart of the unbelieving thief is in them? Good stewards walk by the cross, notice it and ask themselves: “All this you did for me, what have I done for you?”

Nuestro Señor Jesús Cristo Rey del Universo
Fin de Semana del 23/24 de Noviembre de 2013
En el Evangelio de hoy nosotros escuchamos acerca de los jefes que despreciaban a Jesús, los soldados que se burlaban de él, el malhechor que lo insultaba, y la gente que estaba allí sólo observando. La cruz en nuestra parroquia se encuentra elevada. A pesar de ello, cada domingo hay quienes se paran frente a ella y no son conmovidos por ella. Hay gente que camina justo frente a la cruz, con actitud indiferente hacia ella. Tal vez han caminado tantas veces frente a ella que ya no lo le dan importancia. ¿Podría ser que son indiferentes porque el corazón de este ladrón incrédulo está en ellos/as? Los buenos corresponsables caminan frente a la cruz, le prestan atención y se preguntan a sí mismos: “Haz hecho todo esto por mí, ¿qué he hecho yo por ti Señor?”

Monday, September 30, 2013

A Stewardship Prayer for October

Gracious and Loving God,
We gather in your name as stewards of this hour:  To reflect, learn, give, and receive.
This time belongs to you, entrusted to us to shine Christ’s light on whomever we encounter; among our family and friends, colleagues and strangers; in our church, or in a world desperate for your presence.  Teach us to use this time prayerfully, with prudence, and with hearts that listen for the promptings of your Spirit.  May we return this hour to you with a fruitful account of our stewardship, hopeful you will find us trustworthy in the small matters, so we may be entrusted with even greater ones.
We ask this through Christ Jesus, Our Lord, Your Son, who lives and reigns with you and the Holy Spirit, one God, for ever and ever.
Amen
International Catholic Stewardship Council 2013 Conference

Stewardship in the Sunday Readings, October 2013

Twenty-seventh Sunday in Ordinary Time
Weekend of October 5/6
From today’s second reading, we are made to realize, like Timothy, that Christ’s call is meant for us all.   Good stewards realize they have everything necessary to live for Christ.  “Stir up the fire that is already burning inside you.” Another way to express this thought in the vocabulary of stewardship is, “Use your gifts now!  Serve the Lord now!  Get involved now!  God put the fire inside you but you have to stir up the flame!  Let it burn!”  Everyone can give witness to Christ’s presence in the world, and most of us can do more than one thing for the Lord.  How exactly do you “stir into flame” God’s unique gifts you hold within you?

Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 5/6 de Octubre
En la segunda lectura de hoy, nosotros nos damos cuenta, al igual que Timoteo, de que el llamado de Cristo es propuesto para todos nosotros.  Los buenos corresponsables son conscientes de que ellos tienen todo lo necesario para vivir por Cristo.  “Aviva el fuego que recibiste del don de Dios por la imposición de mis manos.”  Otra manera de expresar este pensamiento en el vocabulario de la corresponsabilidad es, “¡usa tus dones ahora! ¡Sirve al Señor ahora! ¡Involúcrate ahora! ¡Dios puso el fuego dentro de ti para que tú avives la flama! ¡Déjala que arda!”  Todos podemos dar testimonio de la presencia de Cristo en el mundo, y la mayoría de nosotros puede hacer más de una cosa por el Señor. ¿Cómo “aviva la flama” de los dones únicos de Dios que tiene dentro de usted?

Twenty-eighth Sunday in Ordinary Time
Weekend of October 12/13
In today’s gospel, we hear of the ten men afflicted with leprosy, and the one who glorifies God for being healed.  It is a dramatic scene of gratitude.  But in order for the miracle to happen in the first place, these men had to start walking in faith before their diseased conditions changed one tiny bit. Good stewards of their faith realize that they cannot wait until their problems are over to start walking in faith.  They praise God even in the darkest of nights, and in the worst of circumstances.  Do we walk in faith, giving the Lord our gratitude even when we are in difficult circumstances?

Vigésimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 12/13 de Octubre
En el Evangelio de hoy, escuchamos acerca de diez hombres afligidos por la lepra, y de uno que glorifica al Señor después de haber sido sanado.  Esta es una dramática escena de gratitud.  Pero para que el milagro suceda en primer lugar, estos hombres tienen que empezar a caminar en la fe antes de que las condiciones de su enfermedad cambien un poco.  Los buenos corresponsables de su fe son conscientes de que no pueden esperar hasta que sus problemas se resuelvan para comenzar a caminar en la fe. Ellos alaban a Dios aún en la más obscura de las noches, y en la peor de las circunstancias. ¿Caminamos nosotros en la fe, ofreciendo al Señor nuestra gratitud aun cuando estemos en circunstancias difíciles?

Twenty-ninth Sunday in Ordinary Time Weekend of October 19/20
If we want to know what Jesus’ parable is about in today’s gospel, it seems that we don’t need to work too hard because Saint Luke tells us right at the beginning: “Jesus told his disciples a parable about their need to pray always and not to lose heart.” This parable has often been used to bring comfort to us about our prayer life.  But could there be a more challenging message for those who take stewardship seriously?  Widows were the poorest and most vulnerable of people in Jesus’ time.  Oppressive legal and economic structures were the norm.  Could it be that we are also encouraged to pray persistently for the poor, the weak and the vulnerable as we hear their cry for justice?  And that we must not lose heart that we can effect change in their lives?

Vigésimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 19/20 de Octubre
Si nosotros queremos saber de qué trata la parábola de Jesús en el Evangelio de hoy, parece que no necesitaremos esforzarnos mucho para pensar, ya que San Lucas nos dice justo al inicio: “Jesús dijo a sus discípulos una parábola acerca de su necesidad de orar siempre y no desalentarse.”  Esta parábola ha sido utilizada para confortarnos acerca de nuestra vida de oración. ¿Pero podría haber un mensaje más desafiante para aquellos que toman seriamente la corresponsabilidad?  Las viudas eran las más pobres y vulnerables de la gente en el tiempo de Jesús.  Las estructuras legales y opresivas eran la norma. ¿Podría ser que nosotros somos también alentados a orar persistentemente por el pobre, el marginado y el vulnerable al escuchar su grito por justicia?  ¿Y que no debemos desalentarnos para que podamos efectuar cambios en sus vidas?

Thirtieth Sunday in Ordinary Time Weekend of October 26/27
There is an interesting twist we find in today’s gospel when we hear Jesus’ parable of the Pharisee and the tax collector praying in the temple.  The Pharisee is “praying to himself.”  It doesn’t mean he was praying silently.  It seems to mean something a lot more troubling, that he is praying to himself; that God is not his prayer’s intended audience.  The words of the Pharisee are very much centered on himself: he makes claims about his character.  He highlights his own admirable activities.  Good stewards of their prayer lives know that a prayer of praise and thanksgiving should focus on the goodness of God.  Do our prayers of thanksgiving always stay focused on God’s unfathomable, immeasurable goodness and generosity?

Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 26/27 de Octubre
Hay un giro interesante que encontramos en el Evangelio de hoy cuando escuchamos la parábola de Jesús del fariseo y el recaudador de impuestos orando en el templo. El fariseo está “orando para sí mismo.”  Esto no significa que estaba orando silenciosamente. Parece significar algo mucho más preocupante, que él oraba para sí mismo; que Dios no era la audiencia a quien él dirigía su oración.  Las palabras del fariseo están mucho más centradas en sí mismo: el hace exclamaciones acerca de su carácter.  Él destaca sus propias actividades admirables. Los Buenos corresponsables de su vida de oración saben que la oración de alabanza y agradecimiento debe estar enfocada en la bondad de Dios. ¿Nuestras oraciones de agradecimiento, están siempre centradas en la insondable e inmensa bondad y la generosidad de Dios?

 International Catholic Stewardship Council e-bulletin, October 2013

Saturday, August 31, 2013

What Exactly is Stewardship?


Whether it is a family member, a member of my parish, or just someone who asks me what I do, and I invariably say “stewardship,” one question is often posed:  “So, what exactly is stewardship?”

Of course, books have been written; sermons have been given; conferences have been held; and prayers have been offered  to seek answers. Nevertheless, the idea of stewardship boils down to one simple fact — that is, everything we are and everything we have and everything we accomplish are achieved only through the grace of God. In other words, all comes from God and we are merely the caretakers, the stewards of all these gifts.

When we are called to lives of stewardship, it is quite simply God asking us what we are doing with the gifts we have been granted and given. At times we may become “somewhat full of ourselves,” and think it is ourselves who have succeeded, but if we meditate for even a short period of time on who and what we are, we must come to an understanding, assuming we are faithful Catholics, that it is God who has given us the abilities, the health, the strength, the courage, the intelligence, the support, and the time for us to realize anything.

Many times, we have referred to the U.S. Conference of Catholic Bishops’ pastoral letter, Stewardship: A Disciple’s Response. On the first page of that letter is this statement: “Stewardship is an expression of discipleship, with the power to change how we understand and live out our lives. Disciples who practice stewardship recognize God as the origin of life, the giver of freedom, the source of all they have and are and will be.”

It really is that simple!
  
Source: The Catholic Steward

Thursday, August 29, 2013

Stewardship in the Sunday Readings, September 2013

Twenty-second Sunday in Ordinary Time
Weekend of August 31/September 1, 2013
In today’s Gospel, Jesus challenged the social structure of the Pharisees and taught his hosts and their guests some profound lessons in humility.  Pharisees maintained deep social divisions between who they considered “holy” and “unholy,” rich and poor, honored and despised. They didn’t invite someone to a banquet or dinner who couldn’t reciprocate.  And the lowly, the poor, the crippled, the lame and the blind had no capacity to reciprocate.
Good stewards realize that if they embrace a humility that allows them to be generous to those who cannot repay them, they give evidence of having the kind of heart that will enjoy the Lord’s intimate friendship.  This week let’s reflect on our attitude towards those who cannot repay our generosity.  What is the extent of our hospitality toward others?  Are we generous with those who cannot repay us?  

En el Evangelio de hoy, Jesús desafía la estructura social de los fariseos y enseña a sus anfitriones y a sus huéspedes algunas lecciones profundas en humildad. Los fariseos mantienen arraigadas divisiones sociales entre quienes ellos consideraban “santo” y “profano,” rico y pobre, honrado y despreciado. Ellos no invitaban a nadie a un banquete o a una cena que no pudiera responder de manera recíproca. Y el modesto, el pobre, el paralítico, el cojo y el ciego no tenían la capacidad para corresponder.
Los buenos corresponsables son conscientes de que si ellos abrazan la humildad que les permita ser generosos con aquellos que no pueden corresponder, ellos dan evidencia de tener la bondad de corazón que disfrutará la amistad íntima con el Señor. Esta semana reflexionemos sobre nuestra actitud hacia quienes no pueden corresponder a nuestra generosidad. ¿Cuál es el grado de nuestra hospitalidad hacia otros? ¿Somos generosos con aquellos que no pueden correspondernos?

Twenty-third Sunday in Ordinary Time
Weekend of September 7/8, 2013
At the conclusion of today’s gospel, we hear Jesus tell a “great crowd” that “…anyone of you who does not renounce all his possessions cannot be my disciple.”  A few of Jesus’ immediate disciples, such as Peter, John and James, did just that: They responded to Jesus’ call, renouncing everything to follow him.  How do modern disciples of Jesus respond when confronted with this apparently harsh command of Jesus?  Surely the renunciation of possessions need not mean literally giving all one’s possessions away, does it?  Questions we might ponder this week though: Do our possessions keep us from encountering Christ at Mass? Do they distract us from our parish family?  Do our possessions interfere with our relationships?  Do they make us insensitive to those less fortunate?

En la conclusión del Evangelio de hoy, escuchamos a Jesús decir a una “gran multitud” que “…ninguno de ustedes podrá ser mi discípulo si no renuncia a todas sus posesiones.” Unos cuantos de los discípulos más cercanos a Jesús, como Pedro, Juan y Santiago, hicieron esto: ellos respondieron al llamado de Jesús, renunciaron a todo para seguirlo. ¿Cómo responden los discípulos modernos a Jesús cuando son confrontados con este mandato de Jesús aparentemente severo? Seguramente la renuncia de las posesiones no necesariamente significa literalmente dejar todas las posesiones, ¿cierto? Las preguntas que podríamos considerar esta semana, sin embargo, son: ¿Nuestras posesiones nos detienen de encontrarnos con Cristo en la Misa? ¿Nos distraen de nuestra familia parroquial? ¿Interfieren en nuestras relaciones? ¿Nos hacen insensibles a aquellos menos afortunados?

Twenty-fourth Sunday in Ordinary Time
Weekend of September 14/15, 2013
Among the primary themes in today’s gospel when we hear Jesus’ well-known parable of the Prodigal Son is forgiveness and the need to repent.  But from a stewardship point of view, what is also interesting is one of the secondary themes: the failure to use responsibly the gifts that have been so generously bestowed.  The youngest son who demanded his inheritance and left home broke no laws or religious commandments.  His wrongdoing was that he wasted his inherited wealth, the abundant gifts given to him.  His sin was in his extravagant living; squandering his gifts in pursuit of selfish pleasures. Good stewards acknowledge that everything they have comes from God, and they are required to cultivate these gifts responsibly.  What are our God-given gifts? Do we use them responsibly? Do we exercise good stewardship over them?

Entre los temas principales en el Evangelio de hoy cuando escuchamos la conocida parábola de Jesús del Hijo Pródigo, están el perdón y la necesidad del arrepentimiento. Sin embargo, desde el punto de vista de la corresponsabilidad lo que también es interesante es uno de los temas secundarios: el fracaso en usar responsablemente los dones que tan generosamente han sido otorgados. El hijo menor quien reclamó su herencia y dejó el hogar, no rompió leyes o mandatos religiosos. Su error fue que malgastó la riqueza heredada, los abundantes dones que le fueron dados. Su pecado fue vivir de manera extravagante; derrochando sus dones para perseguir placeres egoístas. Los buenos corresponsables saben que todo lo que tienen viene de Dios, y que se requiere de ellos cultivar estos dones responsablemente. ¿Cuáles son nuestros dones dados por Dios? ¿Los usamos responsablemente? ¿Ejercitamos una corresponsabilidad apropiada sobre ellos?

Twenty-fifth Sunday in Ordinary Time
Weekend of September 21/22, 2013
In Jesus’ parable of the Unjust Steward, we encounter a financial manager who has wasted his master’s wealth and faces dismissal from his position.  To overcome the crisis confronting him, the steward reduces some very considerable debts owed by poor neighbors to his master in order to help them out.  Though the steward has sinned against God and his master by squandering what belongs to someone else, both the prudent way in which he goes about resolving the crisis coupled with relieving people who are in need can be seen as a way to better steward the gifts entrusted to us by God. Although good stewards today acknowledge that they may never use their God-given gifts in a way that completely conforms to the demands of the Gospel, a commitment to using their gifts with prudence and for the purpose of helping their neighbors wins God’s favor.

En la parábola de Jesús del Administrador Injusto, nosotros encontramos un administrador financiero que ha derrochado la riqueza de su patrón y enfrenta el despido de su puesto. Para superar la crisis que le confronta, el administrador reduce algunas deudas muy considerables que los vecinos pobres deben a su patrón, para ayudarles a saldar la deuda. Aunque el administrador ha pecado contra Dios y contra su patrón derrochando lo que pertenece a alguien más, la manera prudente en la que él va resolviendo la crisis y al mismo tiempo aliviando a la gente en necesidad, puede verse como una manera de administrar mejor los dones confiados a nosotros por Dios. Aunque los buenos corresponsables de hoy reconocen que tal vez nunca usen sus dones dados por Dios en una manera que se conforme completamente a las demandas del Evangelio, el compromiso de usar sus dones con prudencia y con el propósito de ayudar a sus vecinos conquista el favor de Dios.
 
Twenty-sixth Sunday in Ordinary Time
Weekend of September 28/29, 2013
In today’s gospel, Jesus offers a warning about living selfishly in his parable of the Rich Man and Lazarus. The Rich Man holds sumptuous feasts and dresses in fine clothes.  But despite his affluence, he does nothing to relieve the painful hunger and debilitating condition of his neighbor Lazarus.  He neglects to love his neighbor as he loves himself and is sent to hell for his lifestyle and desire for self-gratification. The Rich Man represents those who spend their money on their own personal pleasures with no regard for sharing their material possessions with the poor and needy in their own neighborhood. Good stewards realize the practical implications of not only loving God, but loving their neighbor as they would love themselves.  Who are the less fortunate in our neighborhood?  Do we share a portion of our own blessings with them?

En el Evangelio de hoy Jesús presenta una advertencia acerca de vivir egoístamente en su parábola de Lázaro y el Hombre Rico. El Hombre Rico realiza suntuosos banquetes y viste finas ropas. Pero a pesar de su opulencia él no hace nada para aliviar la dolorosa condición de hambre y debilidad de su vecino Lázaro. Él rechaza amar a su vecino del mismo modo que se ama a sí mismo y es enviado al infierno por su estilo de vida y su deseo de auto-satisfacción. El Hombre Rico representa a aquellos que gastan su dinero en sus placeres personales sin preocuparse de compartir sus posesiones materiales con el pobre y necesitado en su propio vecindario. Los corresponsables piadosos son conscientes de las implicaciones prácticas de amar, nosólo a Dios, sino a su prójimo, como se aman ellos mismos. ¿Quiénes son los menos afortunados en nuestro vecindario? ¿Compartimos nosotros una porción de nuestras bendiciones con ellos? 

ICSC newsletter, September 2013

Thursday, August 1, 2013

Stewardship In The Sunday Readings, August 2013

Eighteenth Sunday in Ordinary Time, Weekend of August 3/4
In today’s gospel, Jesus offers a warning to those who pursue leisure and pleasure as their goal in life without concern for the poor and less fortunate.  He tells the parable of the wealthy landowner who, upon yielding an exceptionally profitable harvest one year, determines that he will live the rest of his days in relaxation; to eat, drink and be merry.  God calls the miser a “fool” and lets him know that his greed and self-indulgence will not bring him the security he seeks.
 Good stewards acknowledge that the money and possessions entrusted to them are to be used to further the mission of Jesus Christ.  This week let us reflect on our own daily consumption habits. Do we spend money on articles that make us better ambassadors of Christ?  Does our personal lifestyle bring “good news to the poor?” (Luke 4:18)
 
Décimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 3-4 de Agosto de 2013
En el Evangelio de hoy, Jesús ofrece una advertencia a aquellos que persiguen la diversión y el placer como su meta en la vida sin preocuparse por los pobres y menos afortunados.  Él narra la parábola del rico terrateniente quien, después del rendimiento de una cosecha excepcionalmente rentable un año, decide que vivirá el resto de sus días en descanso; para comer, beber y estar alegre. Dios llama al avaro un “tonto” y le deja saber que su codicia y auto-indulgencia no le traerá la seguridad que busca.
 Los buenos corresponsables reconocen que el dinero y las posesiones a ellos confiadas son para ser usadas para continuar la misión de Jesucristo. Reflexionemos esta semana acerca de nuestros hábitos de consumo diario. ¿Gastamos nosotros el dinero en artículos que nos hacen mejores embajadores de Cristo? ¿Nuestro estilo personal de vida lleva “las buenas nuevas al pobre”? (Lucas 4:18). 
 
Nineteenth Sunday in Ordinary Time, Weekend of August 10/11
In today’s Gospel reading, Jesus concludes his teaching about those who are “faithful and prudent stewards” with that classic stewardship teaching: “Much will be required of the person entrusted with much, and still more will be demanded of the person entrusted with more.”  Christian stewards recognize that God is the ultimate source of their gifts, talents, resources and aptitudes, and that God wants them to use these varied gifts in his service.  This week might be a good time to reflect on our God-given gifts.  Are we using those gifts to serve the Lord?  If Christ came back to us unexpectedly tomorrow, would we be able to give a full accounting of how we have exercised stewardship over these gifts?
 
Décimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 10-11 de Agosto de 2013
En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús concluye su enseñanza acerca de aquellos que son “corresponsables fieles y prudentes,” con la clásica enseñanza de corresponsabilidad: “Mucho se le pedirá a la persona a quien le fue confiado mucho, y todavía más será demandado de la persona a quien le fue confiado más.” Los corresponsables cristianos reconocen que Dios es la última fuente de todos sus dones, talentos, recursos y aptitudes, y que Dios quiere que usen estos variados dones para Su servicio. Esta semana sería un buen tiempo para reflexionar acerca de nuestros dones dados por Dios. ¿Estamos nosotros usando estos dones para servicio del Señor? Si Cristo regresa a nosotros mañana, inesperadamente, ¿seremos capaces de dar cuentas cabales de cómo hemos ejercitado la corresponsabilidad sobre esos dones?
 
Twentieth Sunday in Ordinary Time, Weekend of August 17/18
In today’s second reading, we hear the author of the letter to the Hebrews liken the daily life of the Christian steward to a race, a long-distance race perhaps, certainly not a sprint; requiring endurance and a single-minded focus on Jesus at the finish line.  Good stewards are firmly committed to running the race, to live the Christian life to the fullest, to keep their eyes focused on Jesus.  They don’t grow weary. They don’t lose heart.  They know there is immense joy waiting for them at the finish line.  Are you fully committed to living each day for Christ?  Are you running the race, or are you simply jogging?  Just walking?  Sitting?  Going backwards?  Going nowhere?  Some of us may want to reflect on what we can do to run the race with even more conviction.  Others may want to reflect on how to simply enter the race and start running.
 
Vigésimo Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 17-18 de Agosto de 2013
En la segunda lectura de hoy, escuchamos al autor de la carta a los Hebreos comparar la vida diaria del corresponsable cristiano a una carrera, tal vez una carrera de larga distancia, ciertamente no de velocidad; que requiere resolución y decisión enfocadas en Jesús al final de la línea. Los buenos corresponsables están comprometidos firmemente a correr la carrera, a vivir la vida cristiana plenamente, a mantener sus ojos enfocados en Jesús. Ellos no se cansan. Ellos no se desaniman. Ellos saben que hay un gozo inmenso esperándolos en la línea final. ¿Está usted comprometido plenamente a vivir cada día por Cristo? ¿Está usted corriendo la carrera o está simplemente trotando? ¿O solamente camina? ¿Está usted sentado? ¿Camina usted hacia atrás? ¿Va hacia ningún lado? Algunos de nosotros quizás deseemos reflexionar sobre qué podemos hacer para correr la carrera aún con más convicción. Otros tal vez quieran reflexionar simplemente sobre cómo entrar en la carrera y comenzar a correr.
 
Twenty-first Sunday in Ordinary Time, August 24/25
The Gospel reading today starts with a question: “Lord, will only a few people be saved?” Jesus offers only a simple reply: Strive to enter through the narrow gate. Many will try to enter and will not be able. Good stewards know there is only one, narrow gate. Not everything will fit. This narrow gate has no room for our accomplishments. No room for our money. No room for our possessions. No room for anything else but those who’ve been good stewards of the Gospel. We can’t custom build our own gates either. There is only one, narrow gate that happens to be open for a time, but for how long? What is our plan of action to get through that gate?
 
Vigésimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario Fin de Semana del 24-25 de Agosto de 2013
La lectura del Evangelio de hoy comienza con una pregunta: Señor, ¿sólo unos cuantos serán salvados?” Jesús da una simple respuesta: intenten entrar por una estrecha puerta. No todo entrará por ella. Esta estrecha puerta no tiene espacio para nuestros logros. Tampoco para nuestro dinero. Ni para nuestras posesiones. No tiene espacio para nada más que para aquellos que han sido buenos corresponsables del Evangelio. Tampoco podemos construir nuestra propia puerta personalizada. Solamente hay una estrecha puerta que estará abierta por un tiempo determinado, pero ¿por cuánto tiempo? ¿Cuál es nuestro plan de acción para entrar por esa puerta?
 
August 2013 newsletter, International Catholic Stewardship Council

Wednesday, July 24, 2013

Faith and Finances

Eric McArdle: Faith and Finances

For some of us, faith and finances don’t mix. Our faith and deep-rooted views on spirituality and religion are personal journeys signifying our relationship with God our Creator. This faith encourages us to pray, attend Mass, help those in need, and can encourage us to become better people overall.

Finances, on the other hand, are simply considered our paychecks; how we pay our bills and journey through this life. We think of banking, savings, and paying our taxes as something entirely different from our faith lives. After all, God doesn’t care about our finances. Or does he?

According to the recent study, Unleashing Catholic Generosity: Explaining the Catholic Giving Gap in the United States, the University of Notre Dame Institute for Church Life discovered that separating faith and finances is the single most important factor explaining why Catholics give less than other denominations.

For some, our lack of spiritual engagement with money causes us to compartmentalize and not see our money and possessions as part of our spiritual lives. As stewards, we know this is a mistake. We know that God is responsible for all of our gifts, including money, and that because of His generosity we are called to return a portion of those gifts. Viewing finances from a spiritual perspective allows us to give more generously and as stewards we know that is the only way to give.

Catholic Stewardship Consultants, Inc., July 2013

Friday, July 5, 2013

"A Thought or Two on Stewardship in the Sunday Readings"

Fourteenth Sunday in Ordinary Time
Weekend of July 6/7, 2013
In today’s Gospel, we hear Jesus inviting his disciples to be evangelizers. “The harvest is abundant,” Jesus says. But those who are willing to invite others to a deeper relationship with the Lord are few. Good stewards who are willing to witness their Catholic faith to others know they are “like lambs among wolves.” They are encouraged to be gentle, patient and loving, knowing they may face rejection and even fierce opposition.  The New Evangelization invites us to be better stewards of our faith, to give positive, courageous, joyful witness to others who have turned away from their relationship with Jesus. Is there someone we should be reaching out to this week?

Décimo Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de semana del 6/7 de Julio de 2013
En el Evangelio de hoy, nosotros escuchamos a Jesús inviter a sus discípulos a ser evangelizadores. “la cosecha es abundante,” dice Jesús. Pero aquellos que están dispuestos a inviter a otros a una relación más profunda con el Señor, son pocos.  Los corresponsables piadosos, que están dispuestos a ser testigos para otros de su fe católica, saben que son “como ovejas entre lobos.” Ellos están motivados a ser amables, pacientes y amorosos, sabiendo que pueden enfrentar rechazo y hasta una feroz oposición. La Nueva Evangelización nos invita a ser mejores corresponsables de nuestra fe, a dar testimonio positivo, valiente y gozoso a otros, quienes se han alejado de su relación con el Señor. ¿Hay alguien a quien nosotros debamos acercarnos para dar testimonio esta semana?

Fifteenth Sunday in Ordinary Time
Weekend of July 13/14, 2013
Today’s Gospel turns our attention to one of Jesus’ most familiar stories, the Parable of the Good Samaritan. It is about living how God intended us to live: to acknowledge God’s divine love and compassion lavished upon us, and to extend that love and compassion upon others without reservation. We can find a lot of reasons for not stopping to help someone. We can talk ourselves out of being Good Samaritans. Strangers are not our responsibility, or are they? Good stewards understand that God’s compassion is a gift that must be shared, and that doing the right thing, acting as Jesus would act toward others, is the only course of action for one who lives according to the demands of the Gospel. How might you be a Good Samaritan this week?

Décimo Quinto Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 13/14 de Julio de 2013
El Evangelio de hoy enfoca nuestra atención en una de las historias de Jesús más familiares, la Parábola del Buen Samaritano.  Trata acerca de vivir de la manera que Dios planeó para nosotros que viviéramos: de reconocer el divino amor y la compasión de Dios vertidos sobre nosotros, y de extender ese amor y compasión sobre otros, sin reserva. Nosotros podemos encontrar muchas razones para no detenernos a ayudar a alguien. Podemos disuadirnos a nosotros mismos de ser Buenos Samaritanos. Engañarnos a nosotros mismos, pensando, los extraños no son nuestra responsabilidad, ¿o sí? Los corresponsables piadosos comprenden que la compasión de Dios es un don que debe ser compartido, y que haciendo lo correcto, actuando hacia otros como Jesús lo haría, es la única vía de acción para quien vive de acuerdo a los mandatos del Evangelio. ¿Cómo podría usted ser un Buen Samaritano esta semana?

Sixteenth Sunday in Ordinary Time
Weekend of July 20/21, 2013
Martha and Mary are the focus of this weekend’s Gospel, which abounds with rich themes about hospitality, service, and finding the right balance between action and prayerful attention to the Lord. Christians who are good stewards of their faith life realize that if they are too busy to enjoy peaceful, private time with the Lord, then something is out of balance in their spirituality. If we make time for Mass, but then carry on with our busy schedules without prayer, meditation and reflection, we are missing out. If we find ourselves anxious and harried by life’s routines, could it be a sign that something in our spiritual life needs some serious attention?

Décimo Sexto Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 20/21 de Julio de 2013
Marta y María son el centro del Evangelio de este fin de semana, el cual abunda en espléndidos temas sobre la hospitalidad, el servicio y el encuentro del balance correcto entre la acción y la atención devota al Señor. Los cristianos que son corresponsables piadosos de su vida de fe son conscientes de que si ellos están demasiado ocupados para disfrutar un tiempo tranquilo y privado con el Señor, entonces algo está fuera de balance en su espiritualidad. Si nosotros hacemos un tiempo para asistir a Misa, pero continuamos con nuestras ocupadas agendas sin oración, meditación ni reflexión, estamos perdiendo algo. Si nos encontramos ansiosos y hostigados por las rutinas de la vida, ¿podría ser un signo de que algo en nuestra vida espiritual necesita de nuestra seria atención?

Seventeenth Sunday in Ordinary Time
Weekend of July 27/28, 2013
Today’s Gospel parable speaks to generosity. In the deep of night, a sleepy friend responds to his neighbor’s request for food for an unexpected guest. Jesus suggests that it would be unthinkable that a friend would deny a friend in need. A friend would most certainly give what is asked and more. Through this story, Jesus illustrates God’s generosity. Good stewards realize the extraordinary love and graciousness with which God showers us. We need never convince God to be generous.  God is already that generous friend. His abundant love bathes us in goodness. This week, prayerfully reflect on God’s generosity and what our response should be to that generosity.

Décimo Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 27/28 de Julio de 2013
La parábola del Evangelio de hoy habla de la generosidad. En medio la noche, un amigo somnoliento responde a la petición de su vecino de comida para un huésped inesperado. Jesús sugiere que no podemos ni siquiera pensar que un amigo podría rechazar a un amigo en necesidad. Un amigo sin duda daría lo que el amigo le pide y más. A través de esta historia, Jesús ilustra la generosidad de Dios. Los corresponsables piadosos son conscientes del extraordinario amor y bondad con las que Dios nos ha colmado. Nosotros nunca necesitamos convencer a Dios de ser generoso. Dios, es ese generoso amigo. Su abundante amor nos baña de su bondad. Esta semana, reflexione piadosamente sobre la generosidad de Dios y sobre cuál debería ser nuestra respuesta a esa generosidad.

International Catholic Stewardship Council, July 2013 Newsletter

Monday, June 17, 2013

Pope Francis on Stewardship


“In this period of crisis today, it is important not to turn in on ourselves, burying our own talent, our spiritual, intellectual, and material riches, everything that the Lord has given us; but, rather to open ourselves, to be supportive, to be attentive to others.  Set your stakes on great ideals, the ideals that enlarge the heart, the ideals of service that make your talents fruitful.  Life is not given to us to be jealously guarded for ourselves, but is given to us so that we may give it in turn.”
Pope Francis, to an audience on April 24, 2013

Tuesday, May 28, 2013

Sunday Mass Readings for the month of June


The Solemnity of the Most Holy Body and Blood of Christ
Weekend of June 1/2, 2013
From the rich Eucharistic themes to be drawn from today’s second reading, one stewardship theme stands out:  The Eucharist is Christ’s gift to us. Good stewards are grateful for this gift and realize that no matter their station in life, they are welcome to come to the table and receive the body and blood of Christ.  If Jesus could break bread with his betrayer, Judas, his denier, Peter, and the other ten who deserted him, then he will welcome us. Do we truly appreciate what a tremendous gift it is to approach the Lord’s table?  Do we realize that the Holy Spirit means to transform us by the gift of Christ’s body and blood?

Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
Fin de Semana del 1-2 de Junio de 2013
Al extraer de entre la riqueza de temas Eucarísticos de la segunda lectura de hoy, destaca un tema de
corresponsabilidad: la Eucaristía es el don de Cristo para nosotros. Los corresponsables piadosos están agradecidos por este don y conscientes de que sin importar la etapa de su vida, ellos son bienvenidos al acercarse a la mesa y recibir el cuerpo y la sangre de Cristo. Si Jesús compartió la fracción del pan con Judas, quien lo traicionó, con Pedro, quien lo negó, y con los otros diez quienes lo abandonaron, entonces Él nos acogerá. ¿Nosotros apreciamos verdaderamente el extraordinario don que es el aproximarnos a la mesa del Señor? ¿Estamos conscientes de que el Espíritu Santo nos transforma por el don del cuerpo y la sangre de Cristo?

Tenth Sunday in Ordinary Time
Weekend of June 8/9, 2013
Saint Paul begins today’s second reading by stating that he was “called” to proclaim the Gospel of Jesus Christ.  As baptized Catholics who have an opportunity to share in Christ’s life through the Eucharist regularly, we too are called to proclaim the teachings of Christ. We are stewards of Christ’s Gospel.  But how are we responding to that call?  Do we listen for the guidance of the Holy Spirit?  Do we evade, dodge or ignore the Lord’s call?  Do we attempt to proclaim the Gospel in a spirit of compassion and love?  Reflect on how you exercise stewardship over the Gospel.

Décimo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 8-9 de Junio de 2013
San Pablo inicia la segunda lectura de hoy declarando que él fue “llamado” para proclamar el Evangelio de Jesucristo. Como católicos bautizados, que tenemos la oportunidad de compartir la vida de Cristo a través de la Eucaristía, regularmente, nosotros somos también llamados a proclamar las enseñanzas de Cristo. Nosotros somos corresponsables del Evangelio de Cristo. Pero, ¿cómo estamos respondiendo nosotros a este llamado? ¿Escuchamos nosotros la guía del Espíritu Santo? ¿Nosotros evadimos, esquivamos o ignoramos el llamado del Señor? ¿Intentamos nosotros proclamar el Evangelio en un espíritu de compasión y amor? ¿Reflexionamos nosotros sobre cómo ejercitamos la corresponsabilidad acerca del Evangelio.

Eleventh Sunday in Ordinary Time
Weekend of June 15/16, 2013
In today’s Gospel we encounter the Pharisee who is rather inhospitable to Jesus.  He doesn’t seek Jesus’ friendship.  And yet the unknown woman who appears is quite eager to be where Jesus is and to show him her tremendous gratitude.  She does some extraordinary things: She gets down by Jesus’ feet, and, weeping, she wets his feet with her tears and wipes them with her hair!  She even kisses his feet and anoints them with some perfumed oil.  The woman lavishes her love and appreciation for Jesus.  Christian stewards show their love for Jesus in tangible ways every day.  Others don’t really seek his friendship.  Who are we more apt to be like in this Gospel story, the Pharisee or the grateful woman?

Décimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 15-16 de Junio de 2013
En el Evangelio de hoy nosotros encontramos al fariseo que es además inhospitalario con Jesús. Él no busca la Amistad de Jesús. Y sin embargo, la mujer desconocida que aparece está ansiosa por estar donde está Jesús y por mostrarle su enorme gratitud. Ella hace algunas cosas extraordinarias: ¡ella se inclina a los pies de Jesús, y llorando humedece sus Un Mom ento de Co rresponsabilidad Algunos pensamientos sobre corresponsabilidad en las lecturas del domingo pies con sus lágrimas y los seca con su cabello! Besa sus pies y los unge con aceite perfumado. La mujer esparce generosamente su amor y apreciación por Jesús. Los cristianos corresponsables muestran su amor por Jesús cada día en maneras tangibles. Otros no buscan verdaderamentesu amistad. ¿A quién nos asemejamos nosotros en la historia  de este Evangelio, al fariseo o a la mujer agradecida?

Twelfth Sunday in Ordinary Time
Weekend of June 22/23, 2013
In today’s Gospel Jesus tells his disciples that if they wish to follow him they must deny themselves and take up his cross daily.  In Jesus’ time, the cross was not something nice or cool that one could hang on the wall or around one’s neck.  It was an instrument of torture and execution.  His point: We are to lay down our lives and let him take control.  Good stewards hand over their lives to Jesus no matter the cost.  They realize that all they take with them into the next life is their relationship with Christ Jesus.  What are we pursuing?  A life that tries to bring fulfillment to ourselves or a life that brings us closer to Jesus?

Décimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 23-24 de Junio de 2013
En el Evangelio de hoy, Jesús dice a sus discípulos que si ellos desean seguirle, deben negarse a sí mismos y cargar diariamente su cruz. En tiempos de Jesús la cruz no era algo agradable o bello que pudiera colgarse sobre una pared o en el cuello de alguien. Era un instrumento de tortura y ejecución. Su punto: nosotros debemos poner de lado nuestras vidas y dejarle a él tomar el control. Los corresponsables piadosos entregan sus vidas a Jesús sin importar el costo. Ellos están conscientes de que todo lo que llevan con ellos a la próxima vida es su relación con Cristo Jesús. ¿Qué es lo que nosotros perseguimos? ¿Una vida que trata de traer plenitud para nosotros mismos? O, ¿una vida que nos lleva más cerca de Jesús?

Thirteenth Sunday in Ordinary Time
Weekend of June 29/30, 2013
Today’s Gospel reveals to us the beginning of Jesus’ journey to Jerusalem.  We will journey with Jesus for many Sundays to come, and along the way he will teach us about the demands of discipleship.  His instructions may seem harsh and unreasonable to our ears.  His response to legitimate requests to postpone the journey reminds us that there are always justifiable excuses to defer the journey or put off the responsibilities of discipleship.  Other important matters compete for our attention. Some of us must make heart-wrenching choices, but there is urgency about Jesus’ mission to bring forth God’s kingdom.  His demand is that we proclaim the Kingdom of God now.  Is this our first priority, or do we have other priorities?

Décimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario
Fin de Semana del 29-30 de Junio de 2013
El Evangelio de hoy nos revela el inicio del viaje de Jesús a Jerusalén. Nosotros viajaremos con Jesús durante muchos domingos por venir, y a lo largo del camino él nos enseñará acerca de las demandas del discipulado. Sus instrucciones pueden parecer severas o irracionales a nuestros oídos. Su respuesta a las legítimas peticiones de posponer la jornada nos recuerda que siempre hay excusas justificables para postergar la jornada o aplazar las responsabilidades del discipulado. Otros asuntos importantes requieren de nuestra atención. Alguno de nosotros deberá hacer elecciones que “estrujen” el corazón, pero hay una urgencia sobre la mission de Jesús de continuar el reino de Dios. Su demanda es que nosotros proclamemos el Reino de Dios ahora. ¿Es ésta nuestra primera prioridad? O, ¿tenemos otras prioridades?

Reference: International Catholic Stewardship Council, June 2013